LA TRANSFORMACIÓN, ES DE LOS JÓVENES
La dialéctica política y de transformación se debe a los jóvenes de los 80, este proceso que sucumbió en el 2007 a 2012, truncado pero no vencido. Esta misma vigorosidad está intacta en la población en proseguir con dicho cambio y transformación.
Hoy, los jóvenes involucrados en política tenemos el compromiso con los que nos suceden y a ellos les decimos que nos ocuparemos en crear mejores condiciones para la salud, educación y empleo de calidad con universalidad.
Es momento de romper paradigmas y decirnos que en estos tiempos también podemos ser ciudadanos de primera con todas las condiciones estructurales para cubrir esas necesidades tan profundas.
Los paraguayos y las paraguayas también tenemos derecho de soñar en grande en nuestra propia tierra y hacerlos posibles para beneficios de todos y todas.
Es momento de forjar esa bella rebeldía en liderazgos genuinos, capaz de cambiar esta realidad, que somos jóvenes en gran mayoría. No nos pueden vencer en números en momentos de manifestación en nuestras reivindicaciones y en momento de votar en opciones diferentes.