Este miércoles, organizaciones sociales alertaron que Paraguay es uno de los países donde enfermarse resulta «más costoso», y denunciaron que de cada diez dólares gastados anualmente en salud, cuatro provienen directamente del bolsillo de las familias, ya que el Estado no asegura la disponibilidad de medicamentos, insumos y personal calificado.
«Paraguay figura entre las naciones con el gasto de bolsillo más alto en salud. De cada diez dólares invertidos en salud en el país, cuatro son aportados por la ciudadanía», afirmó Hugo Valiente de la Coordinadora de Derechos Humanos del Paraguay (Codehupy), destacando que «una gran parte de estos recursos» se financian mediante endeudamiento.
En una conferencia de prensa, Valiente indicó que el problema central del sistema de salud paraguayo es «la escasa inversión pública», la cual debería alcanzar el 6% del producto interno bruto (PIB), conforme a lo recomendado por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Dichos descubrimientos se registran en el informe ‘La deuda de la salud’ en Paraguay, realizado por Amnistía Internacional, que se expondrá en una audiencia pública organizada por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) el próximo 8 de julio, como anunció Dante Leguizamón, secretario ejecutivo de Codehupy.
El informe detalla que «Paraguay está entre los países con el menor gasto en salud por individuo y en proporción al PIB», con aproximadamente un 4% en 2021.
También sugiere que el 30% de la inversión pública se asigne a la atención primaria para implementar una política de salud preventiva.
«Con los datos disponibles, podemos confirmar que Paraguay es uno de los países más onerosos para caer enfermo», declaró Julia Cabello, de Amnistía Internacional.
Cabello explicó que esta conclusión se basa en la comparación de Paraguay con otras naciones de ingresos similares como Egipto, Indonesia, Ecuador, Jordania, Guyana, Bolivia, Jamaica, Brasil y Sudáfrica.
